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Cacha: así cambió la industria de la música por el Internet

Cacha: así cambió la industria de la música por el Internet

¿Cuántas veces le has dado play a esa canción que recién tenías en la cabeza? Gracias a la industria musical y a la llegada de internet, hoy puedes escuchar la música que quieras y cuando quieras. Pero ¿qué es la industria musical? ¿Y cómo ha cambiado con los años?

¿Qué es la industria musical?

Imagina un conjunto de tres subsistemas que forman parte de un gran mercado musical que vende propiedad intelectual. Aquí encuentras la industria discográfica (que graba y distribuye la música), la música en vivo (que la promociona a través de diversos espectáculos) y la industria de las licencias musicales (que entrega los permisos legales para su uso).

El libre acceso al mundo digital obligó a la industria de la música a cambiar su modelo tradicional (que por entonces se basaba en el control físico de la música), experimentando una serie de grandes transformaciones.

La llegada de Internet

Hasta 1974, la música operada por la industria discográfica había logrado vender unos 1.000 millones de discos, cifra que logró más que triplicarse hasta finales del milenio. Todo un éxito, hasta que en 1999 Shawn Fanning inventó Napster, un servicio de archivos compartidos que permitió descargar música sin pagar por ella.

Esto significó una gran amenaza para el mercado musical, pues otros servicios similares (como Kazaa, Grokster, LimeWire), aparecieron sin compensar derechos a la industria. De esta forma, lo que comenzó conociéndose como piratería online, terminó marcando el inicio de una era de distribución digital.

El boom de las licencias musicales 

Sin poder nadar contra la corriente de la era digital, la industria de la música dejó de recibir grandes ganancias obtenidas por el control y repartición física de música a cargo de la industria discográfica. Quince años después de Napster, su modelo económico debió cambiar de estrategia y hoy, su principal fuente de ingreso son las licencias musicales que se venden para diversos servicios.

El streaming 

En 2003 se hizo popular iTunes Music Store, un servicio que se asoció con grandes sellos discográficos para que fuese legal la descarga de canciones por menos de un dólar. Pero otros servicios fueron más allá y dieron libre acceso a toda una biblioteca musical sin tener que descargarla.

Así aparece el streaming y su mayor plataforma musical: Spotify (2006), que mediante un sistema de publicidad y suscripciones, generó más de 1.000 millones de dólares a finales de 2013 para propietarios de derechos. Es más, solo durante la primera parte de 2019, el streaming ha aportado con el 80% de los ingresos totales a la industria musical.

Industria musical actual

Con la libre distribución digital y el aumento de los podcasts, muchos artistas están marcando tendencia al ser creadores de sus propios audios. Es más, algunos han decidido conectar directamente con su audiencia, como la británica Imogen Heap, quien ha hecho a sus fans partícipe de su trabajo y por lo tanto, de la industria musical actual.

Así, la industria musical ha tenido que adaptarse a los tiempos del streaming y también a las necesidades de los artistas independientes y sus audiencias. Aunque es difícil determinar con exactitud hacia dónde se dirige la industria musical, algo está claro: la música no va a desaparecer de nuestras vidas y este mercado seguirá transformándose, quizás en formas que hoy día somos incapaces de imaginar.